La sexualidad
es un universo complejo en el cual intervienen aspectos tanto biológicos, como
psicológicos y sociales. Engloba una serie de condiciones culturales, sociales,
anatómicas, fisiológicas, emocionales, afectivas y de conducta, relacionadas
con el sexo que caracterizan de manera decisiva al ser humano en todas las
fases de su desarrollo.
ELEMENTOS DE LA SEXUALIDAD:
Podemos
destacar algunos elementos que se engloban dentro del concepto de sexualidad:
El
impulso sexual: El impulso sexual que va dirigido tanto al placer sexual
inmediato, como a la procreación.
Identidad
sexual y orientación sexual: Se entienden como tendencias sexuales en
cuanto a aspectos de la relación psicológica con el propio cuerpo (sentirse
hombre o mujer) y en cuanto a atracción sexual hacia un sexo, otro o ambos
(heterosexualidad, homosexualidad o bisexualidad).
Relaciones
sociales: En la vida diaria, la
sexualidad cumple un papel muy importante, ya que, desde el punto de vista emocional,
afectivo y social, va mucho más allá de la finalidad reproductiva y compromete
la vida de pareja, de familia, y los lazos afectivos interpersonales.
DIMENSIONES DE LA SEXUALIDAD:
La
sexualidad engloba cuatro dimensiones básicas del ser humano de forma decisiva
en su desarrollo:
Dimensión biológica de la
sexualidad: La dimensión biológica de la sexualidad
en el ser humano, provee del sustrato anatómico fisiológico sobre el que se
desarrollarán los distintos matices de la sexualidad de la persona. La
dimensión biológica es crucial en distintos ámbitos de la vida sexual, como
son: la procreación, el deseo sexual, la respuesta sexual, etc. Todos ellos
están influenciados por la anatomía sexual.
Dimensión psicológica de la
sexualidad: La psique (mente) humana juega un papel
fundamental en nuestro modo de vivir y sentir nuestra sexualidad. Nuestras
forma de percibir la belleza, nuestras ideas sobre lo que está bien o mal en
cuanto al sexo, nuestra personalidad, nuestras convicciones, el temperamento de
cada persona, son factores decisivos en nuestras relaciones sexuales. Nuestra
propia identidad sexual, nuestra orientación sexual, depende en gran manera de
nuestro modo de vernos y entendernos psicológicamente en relación a lo sexual.
Dimensión social de la sexualidad:
La dimensión social, engloba el papel fundamental que ejerce la familia, los
amigos, la educación recibida en el colegio, la religión, etc, sobre la
sexualidad. Las distintas sociedades poseen modelos distintos de entender y
vivir la sexualidad. Cada sociedad y cada cultura establecen una NORMATIVA cuya
finalidad es regular y controlar el comportamiento sexual de sus miembros y
unos ROLES SEXUALES los cuales implican y, a la vez, definen una imagen
determinada de Hombre - Mujer y Relación. La norma, inicialmente externa al ser
humano, termina siendo interiorizada por éste, a través del proceso de
socialización, llegando a constituir parte de su propia personalidad.
Dimensión ética:
La dimensión ética del Ser sexual hace referencia al conjunto de valores que
cada uno construye individualmente a lo largo de su vida, con los cuales se
compromete, definiendo estos el SER y QUEHACER sexual específico de cada
persona. La base de la ética individual está en la AUTO-VALORACION: el ser
humano valora a los demás teniendo como referencia el valor que se da a sí
mismo. El refuerzo de la AUTO-ESTIMA es, por tanto, punto clave en la
construcción de esta escala de valores.








